Querida mamá

T1 E3: B.D. es una mala influencia para las hijas gemelas de Joan, Cindy y Cathy, provocando la ira de Joan, incluso cuando descuida a su hija mayor, Christina... aunque Joan no lo ve de esa manera. Poco después, la ira de Joan aumenta cuando Robert convence a Bette de que le permita elegir a B.D. —que no es actriz— como la vecina. Sin embargo, Joan le revela un detalle íntimo a Bette sobre su pasado, contándole sobre su primera experiencia sexual a una edad terriblemente joven, así como cuando fue criada por monjas en un internado. Bette también habla de su historia y Joan comienza a desarrollar cierta empatía por Bette. Sin embargo, Hedda Hopper aviva los celos de Joan e imprime una historia que reabastece la disputa mientras Bette y Joan compiten por la consideración del Oscar. Pronto, Joan está arruinando las grandes escenas dramáticas de Bette. A medida que continúa la producción de “Baby Jane”, la disputa se vuelve física, y las dos se lastiman deliberadamente durante el rodaje. Mientras tanto, a pesar de las reservas iniciales, Bette se une a su coprotagonista Victor Buono. Ella se distrae con la falta de talento de B.D., y su relación se vuelve tensa... especialmente cuando Bette la descuida para quedarse hablando con Victor. Y la estoica Mamacita debe consolar a Joan mientras lidia con el síndrome del nido vacío después de que las gemelas se van al campamento de verano. Mientras se filma la escena culminante de la playa, Joan retrasa la producción por su propia vanidad, pero todavía no puede eclipsar a Bette... así que recurre a Hedda en busca de ayuda. Y las payasadas de Joan llevan a Jack Warner a exigir nuevas grabaciones.