
En los años 80, después de haber trabajado como piloto comercial, Barry Seal (Tom Cruise) se convierte en narcotraficante, y posteriormente es reclutado por la CIA como mercenario para realizar labores de inteligencia. Además, Seal se convirtió en informante de la DEA y se puso al frente de una de las más importantes operaciones encubiertas de la CIA en la historia de los Estados Unidos.