Los indios comanches encarcelaron la maldad de su tierra en un monstruo hecho de una mezcla de otros animales. El comanche colocó una lanza protectora en el suelo para contener el mal, junto con un talismán de pata de conejo para la suerte. Un niño saca la lanza del suelo mientras se guarda el talismán. El hombre intenta alcanzar al niño, pero los hombres blancos vienen y comienzan a perforar en busca de petróleo. Años después, la familia Cashen llega a vivir a la ciudad y recibe la visita de Willy, el hijo del anterior matrimonio de su padre. Durante un juego, Willy descubre que algo extraño habita en la nueva casa de su padre, pero nadie le cree. Entonces, a su manera y con la ayuda de un viejo comanche de la región, el niño decide cazar él mismo a la criatura.