La tierra no se ha calmado de las llamas de la guerra de Bosnia, pero está surgiendo una nueva crisis en los Balcanes. Los enfrentamientos entre serbios y albaneses están saliendo a la luz en la provincia autónoma de Kosovo. Este es el territorio donde opera el Ejército de Liberación Albanés, organización terrorista reconocida por la ONU. El ejército serbio intenta reprimir a los terroristas. La comunidad internacional acusa al gobierno yugoslavo de genocidio. La OTAN comienza a bombardear Yugoslavia sin la aprobación de la ONU. Hay una fuerza de tarea rusa en Yugoslavia. Este equipo de oficiales de las fuerzas especiales recibe la orden de Moscú de tomar el aeropuerto de Slatina en Kosovo y mantenerlo hasta que lleguen los refuerzos. Rusia perdió su posición de gran potencia en los primeros años tras el colapso de la Unión Soviética. Y ahora, el control de este punto estratégico es la oportunidad de Rusia para reintegrarse en la escena internacional. El aeropuerto de Slatina es extremadamente importante para el comandante de campo albanés Smuku, al igual que para los generales de la OTAN. Tienen sus propios intereses en Kosovo. El Equipo de la Fuerza de Tarea se involucra en una batalla desigual con los terroristas mientras las fuerzas de paz rusas y de la OTAN se apresuran a llegar al aeropuerto. Cada minuto cuenta cuando el mundo está tan cerca de una gran guerra.