En la desenfrenada tercera película de la exitosa serie, un grupo de espías esconde un chip de computadora en un auto de juguete que termina en manos de Alex Pruitt, de 8 años. Solo en casa y con varicela, Alex ve a los espías entrar a las casas de sus vecinos en busca del auto. Cuando finalmente encuentran al auto y a Alex, él tiene muchos dispositivos y trampas esperando por ellos.