A algunos veteranos del concurso se les unen nuevos invitados cómicos, presentadores de televisión y actores. Gracias a una nueva regla, Bully les da a sus invitados la oportunidad de buscar la ayuda.
Cuanto más tiempo pasa, más autocontrol es necesario, y esto no es sencillo para todos. Para provocar la carcajada ajena, cualquier medio está justificado, ya sea un talento inesperado, una extraña reunión familiar y cualquier otra cosa hilarante.
Algunos concursantes confían en su talento, mientras que otros buscan desesperadamente ayuda exterior. El grupo se ve sorprendido por las estrellas alemanas e internacionales que acuden al programa. Nadie podía haber previsto esto.
Nunca antes tantos concursantes habían llegado al último episodio. Ninguna final de LOL: El que ríe el último había sido tan divertida. Un enfrentamiento no apto para cardiacos. ¿Quién se rendirá en los últimos metros y quién será el último en reír?
Los concursantes están cada vez más activos e intentan jugar sus cartas ganadoras, y Bully sorprende al grupo con un desternillante dueto musical para consternación de todos, que en otras circunstancias, lo habrían disfrutado.