El trabajo de los Schroeder se llenó de casos de animales a raíz de las inundaciones en Nebraska. Los veterinarios asisten a una vaca que dará a luz, pero está muy débil para mantenerse en pie, a gallinas con dolencias misteriosas en sus patas y a una camada de cerditos con diarrea. Los doctores también trabajan de podólogos al atender una cabra y un burro, e investigan un problema sorprendente en la oreja de un cachorro.

Llegó la primavera, pero una tormenta de nieve en Nebraska obliga a los doctores Erin y Ben Schroeder a lidiar con el clima impredecible. A pesar de la nieve, la primavera para los doctores significa ayudar a traer nuevas vidas al mundo, ya sea realizar 200 chequeos de embarazo en un rebaño de ganado, inseminar artificialmente a un braco alemán de pelo corto o arrear a una cerda panzona potencialmente embarazada.

El comienzo de la primavera en Nebraska trae nuevas vidas y desafíos veterinarios inesperados para los doctores Erin y Ben Schroeder, cuando tratan el prolapso uterino de una vaca, diagnostican una enfermedad intestinal mortal y realizan una cesárea canina con la asistencia de sus hijos Charlie y Chase. Los veterinarios también atienden a un búho herido, a una oveja demasiado débil para mantenerse en pie y una camada de gatitos con ácaros en las orejas.

El doctor Ben Schroeder y su hijo Charlie se sorprenden cuando una familia joven trae a un mapache huérfano que encontraron en el cobertizo, mientras la doctora Erin ayuda a una mujer a contener a un gato con un grave problema en la dentadura. Luego de que el doctor Ben y su hijo pequeño Chase encuentren a un ternero con una hernia del tamaño de un melón, los doctores reciben la visita de una familia de llamas, de las cuales una está embarazada.

Llega el rodeo a la ciudad, y los doctores Erin y Ben Schroeder se aseguran de que los animales estrella estén sanos y listos para el gran rodeo. Cuando no escapa de un toro embistiendo, el doctor Ben pasa tiempo con sus dos hijos mientras cuidan a un ternero inmaduro y a una serpiente que no quiere comer. La doctora Erin se emociona al cuidar de un cachorro con tumores cuyo dueño falleció y a un gato con una lesión sorprendente en la pata.

Como profesionales médicos, los doctores Erin y Ben Schroeder juran no hacer daño, y es una promesa que cumplen al enfrentarse constantemente a los asuntos que aquejan a sus pacientes. La doctora Erin ve a un querido sabueso que tiene más problemas de lo que parece, mientras el doctor Ben pone a prueba su paciencia con un joven padrillo, y toda la familia hace un gran esfuerzo por ayudar a un cervatillo recién nacido.