Por sorpresa, Mariona va a casa de su hermana Esther, procedente de Madrid. Ha venido a comprarse el vestido de novia. Esther está enfadada porque su ex no la llama para felicitarla por su cumpleaños.

Sílvia tiene que hacer de canguro del hijo pequeño de una amiga. Todas la ayudan a hacer prácticas de maternidad con un muñeco. Carla, por su parte, tiene diversos amantes y debe tomar una decisión. Tiene que escoger uno. ¿Quién será el afortunado?

Sílvia tiene un carácter de mil demonios. Recibe una advertencia en el trabajo: o cambia o se va a la calle. Esther está contenta de tener a su hermana en casa. Mariona ha decidido no volver a Madrid, pero las cosas no serán fáciles entre ellas. Finalmente, Sílvia ha cambiado, parece otra persona, pero todo empeora y es despedida.

Esther y Carla hacen una apuesta. Tienen que conseguir que Diana tenga una aven- tura. La aparición de un cliente en el bar y la ayuda de una vidente precipitarán las cosas. Al mismo tiempo, Sílvia tiene un sueño erótico con Mariona. Más tarde, Mariona es la que tiene un sueño erótico con Sílvia. ¿Cómo acabará todo esto?

Sílvia, Mariona, Esther, Carla y también Diana se preparan para una cena. Ya ha pasado un año desde que decidieron vivir juntas y ahora lo quieren celebrar. De una forma inocente empiezan por confesar verdades y acaban revelando grandes secretos. La noche acabará mal, muy mal.

Víctor, un amigo de Esther, aparece por sorpresa. Carla se enamora al instante, a pesar de que intenta evitarlo. Mariona y Sílvia no salen de la habitación desde hace tres días. Están enamoradas. En el bar, Diana empieza a substituir a Mariona.