Eva, terapeuta, trata de forma individual a 4 pacientes de perfiles muy diferentes: Sandra/Saúl, se identifica como un cruzado; Carla, heterosexual atormentada y confusa; Laura, lesbiana enamorada de una clienta heterosexual que le paga por mantener relaciones; y Makiel, lesbiana radical y ex pareja de Eva. Las cuatro pacientes finalmente formarán un único grupo de terapia.

Laura expone en el grupo que se ha enamorado de Raquel, una hetero curiosa casada que le paga por sexo. Laura da un enfoque romántico muy alejado de la realidad y no entiende que Raquel haya acudido a la cita con su marido y posteriormente con una amiga.

Makiel, como paso para olvidar a Eva, se propone practicar el poliamor y para ello utiliza una aplicación que le permite conseguir numerosas citas hasta elegir a las chicas idóneas. Eva ha iniciado una nueva relación, con Karen, y se verá también truncada por la inestabilidad de la terapeuta.

Carla se siente atraída por Sandra/Saúl, provocando un conflicto con su orientación sexual. Quedan fuera de terapia para ayudar a Laura presentándose en una de sus citas con Raquel, quien se queda fascinada con la relación ficticia que fingen tener.

Makiel invita a Leti, la última candidata, a una paella en casa con Sol y Vanesa, con el objetivo de plantearle formar parte de la familia. Las tensiones entre Carla y Sandra aumentan. Raquel le dice por primera vez a Laura que siente cosas por ella. Se produce el clímax afectivo sexual de todas las tramas.

Eva retoma el análisis con su antigua psicoanalista y ésta invita a Makiel y Karen. Makiel comunica a su familia que se separará hasta que no limpie emocionalmente su relación con Eva.