Yukiteru se pasa todo el día escribiendo todo lo que sucede a su alrededor en su "diario" del celular. De repente, éste le empieza a contar eventos futuros antes de que sucedan y él está encantado. ¡Hasta que le dice que morirá!

Como superó al Dueño del Tercer Diario con la ayuda de Yuno, Yukiteru ahora pasó a ser un gran objetivo. Una Dueña usa bombas para tomar a la escuela de rehén, y Yukiteru debe decidir si puede confiar en Yuno, ¡aún si lo estuvo acosando!

Kurusu les pide a Yukiteru y Yuno que actúen como cebo para atraer a Minene, lo que implica una salida a un parque de diversiones. Y quizá unirse un poco. Mientras, Minene es acogida por un "servicial" extraño, que cree en la justicia. En su justicia.

Yukiteru abrió una puerta que DE VERDAD no debió abrir en la casa de Yuno. Ahora aterrado, acompaña a Yuno y a Kurusu al cuartel general de una secta local, donde se dice que Minene es prisionera. Pero no es la única con un diario allí…

El ataque del Duodécimo contra Tsubaki continúa, con Yukiteru atrapado en el fuego cruzado. Al revelarse la verdad detrás de la secta, ¿de qué lado está la Sexta? ¿En quién debería confiar Yukiteru? ¿Y qué es lo que Kurusu quiere en realidad con Minene?

Ante la visita de la madre de Yuki, ¡Yuno sabe que es su oportunidad para caerle bien! Así que irrumpe para cocinar y limpiar. Yuki no está contento, ¿pero parece que a su mamá le agrada Yuno? Mientras, las consecuencias del incidente de la secta continúan.