Dwight (David Dastmalchian) escapa de Gordon y Bullock, e intenta revivir a Jerome (Cameron Monaghan). Además, activa a sus seguidores de Gotham.
Habiendo rastreado al hombre que observaba la casa de Carrie, que mató a Astrid y puso la bomba en la camioneta de Sekou, Quinn está preparado para atraparlo, pero Carrie quiere contactar al procurador general. Keane da una conferencia de prensa para contraatacar a los que dijeron que su hijo era un cobarde que huía de sus unidades bajo fuego.
Saul visita a Carrie en su casa y la encuentra angustiada por haber perdido a su hija. Lleva a Carrie a la casa de acogida de Franny y estaciona enfrente para que Carrie pueda ver que su hija está bien cuidada. Saul le pide a Carrie, que ahora está calmada, que lo ayude a organizar una reunión entre Majid Javadi y la presidenta electa Elizabeth Keane.
Max, que ahora trabaja para una empresa oscura relacionada con la muerte de Conlin, se entera de que su principal objetivo es crear usuarios en línea falsos para una máquina propagandista que opera Brett O’Keefe. Carrie está a punto de derribar a Dar con su declaración sobre el incidente en Berlín. Quinn, fuertemente armado, vuelve a visitar un refugio de la CIA y encuentra algo perturbador.
Carrie y Quinn van corriendo a la sede de la presidenta electa Keane. El personal de Keane recibe información sobre una posible bomba en el edificio. Comienzan a evacuar. Dar llama a Carrie con información que le dio Coto: la amenaza de bomba es una treta para sacar a Keane del edificio, donde puede ser asesinada, mientras Quinn es incriminado como el asesino.