Myrna Fahey

Luego de robarle a un recaudador de impuestos camino a Los Ángeles, dos rufianes, Gómez y Azuela, se hacen pasar por recaudadores de impuestos. Con el certificado robado en mano, imponen un impuesto especial para todos los trabajadores del lugar y le exigen a García que arreste a aquellos que no pueden pagarlo. Las sospechas de Diego sobre las fuerzas poderosas se confirman cuando se entera de un plan para vender a los hombres encarcelados a la trata de esclavos.

Como comandante luego de que asesinen a Melindez, García recibe un mensaje enigmático para juntarse con el Zorro en el paso Cahuenga, donde dice que el justiciero se entregará. Pero al siguiente día, temprano por la mañana, llega a la ciudad un mensajero del rey al que había herido y robado. Cuando encuentran la espada de García cerca de la escena del crimen, Diego se pone la máscara para unir las pistas antes de que García muera frente a un pelotón de fusilamiento.

Con Monasterio apartado de su puesto, Diego y su padre son los primeros en darle la bienvenida al nuevo comandante, el capitán Melindez. Conocido como un hombre de valentía y honor, Melindez no llega a tomar su puesto, ya que lo asesina un bueno para nada de una buena familia, Esteban Rojas. Sabiendo que no ha sido solo un acto de violencia, Diego comienza a investigar con su capa y su máscara, hasta que encuentra una pista de mal agüero que podría llevarlo hacia fuerzas más siniestras.

Un llamativo extraño, Carlos Murrieta, llega a la taberna con una afición por generar problemas. Luego de denigrar al sargento García y dar un latigazo peligrosamente cerca de la oreja de Diego, pone su atención en la nueva camarera adolescente de la taberna, María. A pesar de Rudolfo, el admirador de María, el elegante argentino la besa bruscamente. Rudolfo inmediatamente desafía al extraño a un duelo, a pesar de su falta de habilidad con la espada. Luego de que Diego intente enseñarle a pelear a Rudolfo sin éxito, se coloca la capa y la máscara para poder salvar la vida del joven.

La hija del alguacil huye de su casa con su novio (John Ericson), sin saber que es un criminal.