Karakuri Circus

Después de heredar la fortuna familiar, Masaru Saiga, de once años, es perseguido por unos títeres extraños y mortales. Narumi Kato se topará con el niño y decide ayudarlo. Sin embargo, Narumi poco podrá para defenderlo. Cuando Masaru pide socorro, aparecerá una chica con el pelo blanco que los salvará: Shirogane.

Tras un breve respiro, Masaru, Narumi y Shirogane vuelven a estar en peligro. El asesino Eiryo Ashihana les ataca con la marioneta malvada tipo payaso Pulcinella. Shirogane contraatacará con su propia marioneta Arlequin, pero los secuaces de Ashihana que estaban ocultos acometen contra Masaru.

Los incansables ataques de los secuestradores triunfan al fin y arrebatan a Masaru. Narumi y Shirogane descubren que el tío de Masaru, Zenji Saiga, es el cerebro detrás del secuestro, y se apresuran a su mansión para intentar un rescate. Mientras, Masaru trata de fugarse, pero al hacerlo se topa con un archivo impactante escrito por su difunto padre.

Masaru para escapar de su tío Zenji decide luchar y dejar atrás sus miedos para siempre. Se topará una vez más con el aspirante a asesino Ashihana, pero elige no huir y le hace una contraoferta para que trabaje para él. Mientras intentan rescatar a Masaru, Narumi y Shirogane son capturados por los titiriteros de Zenji y cayendo en una situación sin salida...

Tras rescatar a Masaru varias veces, Narumi quedó atrapado en la explosión que destruyó la mansión de Zenji y no se sabe nada de él. La pena de Masaru es profunda, pero está decidido a ser fuerte como Narumi le había enseñado. Decide regresar a la escuela y esforzarse por volver a su vida normal. Shirogane también se inscribe en la escuela secundaria vecina para seguir vigilando a Masaru.

Narumi que había quedado inconsciente en la explosión en Karuizawa, se despierta en la habitación de un hospital. Allí conoce al mujeriego Guy y a una anciana llamada Lucille, y se esfuerza por recuperar la memoria de lo sucedido. Mientras Narumi se relaciona con los niños hospitalizados, se maravilla al ver que se está curando muy rápido y comienza a sospechar que pasa algo raro.