Aysen es una chica joven y trabajadora, familiar y con una vida muy organizada, que incluye una lista estricta de virtudes del hombre con quien decida compartir su vida. Cuando conozca a Ateş, se llevará una gran decepción.

A Celal, padre de Aysen, lo embarga el miedo. Las deudas son grandes y su negocio peligra; la familia está de su lado, estan juntos en las buenas y en las malas. Ateş celebra su victoria, pero su estabilidad familiar es muy distinta a la de Aysen.

Ateş y Yasemin viven momentos de crisis familiares y económicas. Conseguir vivienda es prioritatio y ambos se encontrarán en el momento indicado. Si quieren conseguir vivienda, tendrán que unir fuerzas…literalmente.

Ateş y Yasemin intentan convencer a los Yilmaz de que serán los inquilinos ideales. Lo que al principio parecía una buena idea, lo pondrán en duda cuando comiencen a tener los primeros problemas de convivencia.

Cada palabra de Aysen, retumba en la cabeza de Ateş. Vivir en el mismo techo de Aysen le permite estar cerca de la chica, pero ella cada día se decepciona más de él y espera con ansias que a fin de mes, no pueda pagar la renta.

Ateş disfruta sacar de quicio a Aysen, pero la chica no se dejará provocar tan fácilmente. El pastel preparado por Yasemin generará muchos conflictos, la peor parte se la llevará Suayip cuando despierte los celos de Süheyla.