Simón le demuestra a sus amigos que en su casa se hace lo que él dice, pero en realidad es Diana quien tiene la última palabra. Bartolomé sigue el consejo de Simón de usar al gato para que su esposa haga lo que él quiere, pero hace todo mal.

César no puede dormir bien debido a los ronquidos de Beatriz y Simón le aconseja que aplique el sacudón de almohada, pero al no funcionarle decide darle un almohadazo obteniendo un resultado inesperado.

Beatríz les propone a las chicas hacer una dieta de desintoxicación y obligar a sus maridos a unirse al reto. Simón les aconseja a sus amigos que apliquen una técnica de persuasión para evitar hacer la dieta con sus esposas.

Nicole presume su cuerpo de Daniel y las chicas deciden comprar un aparato de ejercicio para sus esposos. Simón les dice a sus amigos cómo obtuvo su espacio de juegos y les aconseja que se hagan de su propio territorio dentro de sus casas.

Daniel tiene que componer una fuga y Simón le dice que la arregle el mismo mientras que sus esposas están en una despedida de solteras. Daniel y César hacen un agujero en el techo y tienen que llamar a un profesional, pero las cosas no salen como esperan.

Simón está convencido de que las suegras son una maldición y no está de acuerdo en que César acepte que la mamá de Beatriz se quede en su casa. Diana les cuenta a sus amigas como hizo para que Simón aceptara las visitas de su mamá.