La dinamita hace bum
Olivia y el equipo son contratados por un político prometedor, Peter Caldwell, pero esta vez, en vez de arreglar un escándalo, juegan a ser casamenteros de alto nivel. Mientras tanto, David intenta dejar el pasado atrás, pero, cuando siente que lo siguen, finalmente acude al equipo de la OPA en busca de ayuda. De vuelta en la Casa Blanca, Fitz sigue luchando para descifrar en quién confiar y cómo manejar una delicada situación con rehenes, y Jake no acepta un no por respuesta cuando se trata de salir con Olivia.