Por lo general el padrino tiene varios ases bajo la manga para la despedida de soltero, pero en Juego de solteros, el novio tiene uno que será mortal. Henry se va a casar. Entonces reúne a su padrino Leon, y a sus amigos Terence y Roy, para adentrarse en las montañas de Argentina y realizar un épico viaje como despedida de soltero. En un pueblo remoto se ven sorprendidos cuando aparece inesperadamente Max, uno de los amigos más antiguos de Henry. Los muchachos toman mucho, y se dedican a los asuntos típicos de una fiesta de despedida. Todos parecen estar divirtiéndose, excepto por algunos desagradables arrebatos de Max, que parece un poco trastornado. Al día siguiente, a pesar de las advertencias de los locales de que hay un espíritu que protege la montaña, los muchachos salen de excursión. A poco de iniciada la caminata, que nadie más que Henry quería hacer, se exaltan los ánimos, resurgen viejas disputas, y Terence se marcha enojado. Cuando los muchachos encuentran su camiseta ensangrentada, temen lo peor. Lo que pasa en realidad es más aterrador de lo que nadie, ni siquiera Henry, podría haber imaginado.