El brillante guión de Paddy Chayefsky de 1975, ganador del Oscar, se adelantó mucho a su época, y sigue siendo cada vez más relevante. Una feroz sátira sobre el mundo de los noticieros televisivos comerciales basados en el índice de audiencia, Poder que mata nos presenta a Howard Beale (Peter Finch, en una actuación ganadora de un Oscar póstumo), el decano de los presentadores del United Broadcasting System (UBS). Beale está por ser dejado de lado porque "resulta anticuado" y su índice de audiencia está cayendo. Uno de los mejores amigos de Beale, el ejecutivo de la cadena Max Schumacher (William Holden), le da la mala noticia, y Beale anuncia en su próximo noticiero que se suicidará en su último programa. La ambiciosa ejecutiva de programación Diana Christensen (Faye Dunaway) convence al presidente de la cadena de dejar que Beale salga en cámara, justificando que su suicidio le dará a la cadena el mayor índice de audiencia de la historia. Pero en cambio de matarse, Beale habla de la terrible situación del mundo, y concluye su diatriba con el ya clásico grito: "¡Estoy muy enojado y no lo soporto más!". Luego Christensen convierte la noticia en algo asombrosamente parecido a un actual reality show, con Beale como "el Profeta Loco de las Ondas de Radio", hasta que el índice de audiencia vuelve a caer... provocando una conclusión inesperada y devastadora.