Beatrix no puede terminar su libro “Tres Ratones Ciegos”. Cada vez pierde más la vista, le preocupan sus ovejas Herdwick y aún no ha podido matar a Sago, el pato, para la cena de Navidad. A 320 kilómetros, la vida está cambiando para Roald. La muerte de su padre y la sugerencia de su madre sobre una escuela en el extranjero es demasiado. Roald empaca sus libros de Beatrix Potter, una carta de Navidad de su hermana fallecida, Astri y escapa. Beatrix, molesta, se rehúsa a usar anteojos para ayudarse a escribir. Su muy sufrido esposo William sugiere que termine el libro para que pueda comprar la granja Troutbeck para sus Herdwick. Sofie encuentra a Roald en la estación del tren. Hacen un trato. Si él considera ir a la escuela, ella lo llevará a conocer a Beatrix Potter. Beatrix continúa postergando la escritura, cuando la publicista Anne Landy aparece. Ha venido a recoger el manuscrito de Beatrix. Roald y Sofie llegan a la granja Hill Top. Sofie le explica a Roald que debe crear sus propias historias y lo deja para que conozca a su heroína solo. Al refugiarse en una cafetería, la mesera de Sofie le ofrece comodidad al leerle las hojas de té. Increíbles cosas le esperan a Roald. Anne sugiere que ella y Beatrix hagan un manuscrito apto para niños. En su lugar, Beatrix enfrenta al pequeño niño en su jardín. Roald sorprende a Beatrix con sus experiencias de fallecimientos. Cuando Roald se va, Beatrix encuentra la carta d Astri. “por favor, podrías darle a Roald un nuevo libro de Beatrix Potter...”. Beatrix regresa con Anne y rechaza los cambios; los niños son fuertes. Anne cede y Roald y Sofie regresan a casa. Roald decide tener más aventuras, la primera será ir a la escuela.