Desapareció en menos de siete segundos. El edificio 7 no fue alcanzado por un avión. Pero a las 5:20 p.m. el 11 de septiembre, cayó simétricamente en su huella de la manera exacta de una demolición controlada cuidadosamente planificada. ¿Por qué se retiraron las pruebas de la escena antes de que pudieran examinarse? ¿Por qué los investigadores del gobierno nunca consideraron la posibilidad de explosivos? ¿Los incendios realmente derribaron este rascacielos de 47 pisos? Años más tarde, con las dudas sobre la historia del gobierno aún persistentes, un profesor de ingeniería de la Universidad de Alaska Fairbanks decidió averiguarlo. Leroy Hulsey y su equipo pasaron cuatro años modelando la estructura para determinar qué pudo y qué no pudo haber causado su colapso perfectamente simétrico. Su conclusión nos desafía a todos a ver el 11 de septiembre, y el mundo, bajo una luz completamente nueva.