
Arthur y Felix son grandes amigos, a pesar de sus diferencias. Al prestarle su tarjeta del seguro médico a Félix, Arthur descubre que su amigo padece una enfermedad terminal, pero no tiene el valor de contarle la verdad. Al notar que Arthur está actuando de forma rara, Félix empieza a sospechar que, en realidad, es Arthur quien está enfermo y merece aprovechar al máximo sus últimos días.