
Henry Hartmann, enojado como de costumbre, se despierta con un gran dolor de cabeza. Su médico no esta y una nueva doctora, Sharon Gill lo atenderá. Cuando Sharon conoce a Henry, él la regaña hasta que ella exasperada le dice que tiene sólo 90 minutos de vida. En un intento de limpiar su conciencia, Henry intenta enmendar todos los males que ha hecho en su vida.