Los chicos de New Directions deciden que la única manera de ganar las competencias regionales es escribir y presentar sus propias canciones. Mientras tanto, Quinn está empeñada en hacer regresar a Finn y controlar la escuela nuevamente.
Cuando Finn y Sam encuentran una forma poco convencional de controlar sus impulsos, algunos de los miembros del Club Glee toman esta estrategia y comienzan a utilizarla hasta que el entrenador Beiste se da cuenta de lo que realmente está pasando.
En la oficina del Director, Figgins le comenta a Will que una epidemia de alcoholismo juvenil está sacudiendo la escuela. Él responsabiliza esta realidad a las bebidas energizantes y a la música de Ke$ha, que glorifica a las borracheras. Figgins decide realizar una semana en contra del consumo de alcohol en el colegio McKinley y le pide a Will que el Club Glee actúe en el show.
Es una gran semana en McKinley High; un campeonato local de fútbol americano tendrá sede en la escuela con un emotivo show de mediotiempo y las Cheerios de Sue dan el presente en la competencia.
Cuando el maestro sustituto Holly Holliday llega para dictar clases de educación sexual, ella y Will intentarán explicarles a los chicos los hechos de la vida. Mientras tanto, Emma y el Dr. Carl enfrentan problemas en sus vidas personales.