Contrariado por la indiferente recepción de los fanáticos mexicanos, Kenny forma una asociación para promover su imagen.
Sebastian Cisneros, dueño de Los Charros y el nuevo jefe de Kenny, acepta preparalo para su regreso al beisbol. Sin embargo, todo cambirá.
Aunque Los Charros respondieron con Kenny, Roger igual lo advierte sobre los peligros de presumir acerca de sus talentos.
Kenny sella su deuda con Sebastian. Luego, decide acordar un resultado con Aaron y Hector y se despide definitivamente de Vida.
Luego de que el ejecutivo Anderson le arruinara su regreso a las grandes ligas, Kenny Powers se va a México a comenzar una nueva y vida.