Matthew Keller, el rival preso de Neal, contacta a Neal y a Peter con información sobre un falsificador. A cambio, quiere que detengan su transferencia a una cárcel de máxima seguridad. Resulta ser un plan para secuestrar a Peter y obtener dinero de los federales. Con la vida de Peter en juego, Neal se ve obligado a hacer un trato peligroso con el antiguo adversario de Keller.
Mientras vigilan un lugar de reunión de la mafia, los agentes Cruz y Jones reciben una visita sorpresa de Leo Barelli, el jefe de la mafia local. Alguien robó la Biblia de la iglesia de Barelli, y este quiere recuperarla. Caffrey y Burke deben recuperar el valioso libro, conocido por sus propiedades de sanación.
Un agente del FBI desaparece mientras trabajaba encubierto en una organización china de lavado de dinero, y ponen a Peter y Neil a investigar el caso. Neal resucita un antiguo alias y se infiltra para acercarse a Lao Shen, el violento jefe de la organización. Las cosas se ponen complicadas cuando un inescrupuloso agente de Interpol le hace una oferta que quizás no pueda rechazar.
Carrie cree que sus sospechas sobre Brody podrían ser correctas cuando él encara al único superviviente de los insurgentes que lo mantuvieron como rehén. Sin embargo, la reunión termina creando más incógnitas. Mientras tanto, la agencia se enfoca en Aileen y Faisel, los amantes que usaron fondos de las joyas robadas para comprar la casa cerca del aeropuerto.
Al volver la calma, tras una explosión, Saul halla a Carrie hospitalizada, en estado de manía, y se da cuenta de que podría haber mérito en sus descabelladas teorías. Mientras tanto, con su campaña para el Congreso a punto de despegar, Brody lleva a su familia a Gettysburg de paseo el fin de semana. Ahí encuentra un importante objeto.