El padre
Ben decide tomar el asunto en sus propias manos, investigando a los más cercanos a Tom, después de recibir información impactante sobre el caso de la detective Cornell. Jess, la madre de Tom, impulsa a Ben en dirección a su exmarido, Scott, quien cree que puede ser su asesino. La familia de Ben se separa cuando escucha a su hija mayor, Natalie, en una llamada telefónica sospechosa. Asisten al funeral de Tom, donde los medios continúan hostigando. Uno de los oscuros secretos de Ben se revela de manera asombrosa.