El Dr. Akamashi da un golpe de estado en el Reino de Forland, obligando a la princesa Alita a huir con la esperanza de reunirse con su hermano. En el bosque, Alita empuja accidentalmente a la cazarrecompensas Falis por un acantilado durante la huida, causando que intercambien cuerpos. Falis acepta proteger el reino, con Alita ofreciendo su cuerpo y alma como garantía.

Falis, en el cuerpo de Alita, libera el castillo de Forland del Dr. Akamashi y sus androides, Ana y Yuna. La verdadera Alita, en el cuerpo de Falis, decide hacerse pasar por Milano, la nieta fallecida del mayordomo real Jodo. Falis es coronada reina, pero el desfile es interrumpido por los siniestros planes del Dr. Akamashi.

Aunque el príncipe Kaito, hermano de Alita, es el heredero legítimo, está en una expedición en otro país. Tras una discusión entre Alita y Falis, los secuaces de Akamashi secuestran a la verdadera Alita para interrogarla. Falis intenta rescatarla pero debe soltar su arma. De repente, un espadachín aparece y las libera: es el príncipe Kaito.

Con el regreso del príncipe, que pronto será coronado, el papel de Falis como princesa parecía llegar a su fin. Anticipando su separación, Alita y Falis se sienten algo solitarias. Una noche, Alita es visitada por una misteriosa mensajera de Kaito. En el lugar al que es guiada, se revela una sorprendente verdad sobre el príncipe.

Falis, Alita y sus compañeros, que incluyen a las androides Ana y Yuna, escapan por poco de las garras de Cecilia y Kaito gracias a Fenella, la adivina viajera, y su clan. Mientras intentan cruzar la frontera en su carruaje, Milano le cuenta a Alita el secreto definitivo detrás de la historia del mundo.

El secreto oculto del mundo y el destino de la princesa son revelados, lo que también define el futuro de Alita y Falis. Con una nueva promesa y con la frontera tan cerca, todos ponen marcha una vez más rumbo al Castillo de Forland. Con sus mentes firmemente decididas a enfrentar el destino, su batalla final ha comenzado.