Hay una flor en el jardín de Lea y Pop pero, ¿no se sentirá sola? Lea planta más semillas a su lado y Pop las riega para que así salgan más flores de colores y la pequeña flor tenga compañía. Cuando las flores crecen, están tan contentas ¡que no pueden dejar de bailar! Se ve que Lea y Pop saben cuidarlas muy bien.

Lea y Pop mueven el esqueleto como nadie, ¡y cada vez más rápido! Aprender bailes es genial y divertido pero, ¿se puede seguir el ritmo de esta frenética canción? Lea y Pop solo tienen una opción: bailar para comprobarlo.

¡A nadar! Los juguetes marinos de Lea y Pop se han perdido por la habitación, ¿como van a encontrarlos si no lo convierten todo en un mar? Es lógico, un pulpo no puede vivir fuera del agua y Lea y Pop, sabiendo eso, se disponen a buscar los juguetes en una aventura marina muy divertida. ¡Hay que conseguirlos todos!

La tableta de Lea tiene unos poderes increíbles: ¡convierte a Pop en distintos animales con un solo clic! Cerdo quiere aprovechar la situación para quitarle la tableta a Lea y divertirse tomando el pelo a Pop. ¿Cuántos sonidos de animales será capaz de imitar Pop de acuerdo a sus disfraces?