El trabajo normal de Ávila es vender seguros. Está casado con María y tienen un hijo adolescente, Emiliano. Suficientemente inocuo a distancia, el hombre tras el disfraz es un asesino implacable y eficiente.

El Sr. Moreira, el jefe de Ávila, ordena un nuevo asesinato que resultará ser el más difícil de toda su carrera. Al completar la tarea, se le ofrecerá a Ávila una oportunidad que cambiará su vida.

Ávila acepta la propuesta del Sr. Moreira de hacerse cargo de sus negocios. Esto incluye ser el tutor del joven y psicótico Ismael.

Con mayor presión desde todas partes, desde los ataques de pánico de su esposa Maggie hasta lo debido a su pupilo Ismael, Ávila busca a su confesor y revela su lado más humano.

Recién llegado a su puesto, el “Señor Ávila” aprende que con ese título vienen nuevos problemas y responsabilidades: el más urgente es un caso no resuelto que amenaza la reputación de la empresa. Por otra parte, Emiliano lucha contra su atracción por Juliana.

El Sr. Ávila lucha con su primer caso como jefe, mientras Ismael se muestra a la altura de las circunstancias. Emiliano persigue a Juliana, quien lo rechaza con consecuencias inesperadas. Ávila busca desesperadamente a Maggie, pero pronto se da cuenta de que sus problemas afectarán a Iván y a Ana.