Alan, el hermano de Charlie, y su sobrino Jake llegan inesperadamente.

“Al no estar seguro de cómo disciplinar a Jake de manera apropiad, Charlie lo ignora luego de que el niño olvida dejar de alimentar a las gaviotas y deja la puerta abierta. Como resultado, una bandada de aves entra en la casa.”

Luego de que a Alan le saliera en tiro por la culata con el plan que tenía para compartir con Jake, Charlie consuela a su hermano emborrachándolo. El taxista les ofrece terapia.

Cuando Berta, la mujer que se ocupa de la limpieza de la casa de Charlie, renuncia, éste envía a Alan para que la convenza de volver. A su vez, Alan deja a Charlie a cargo de preparar a Jake para cuando llegue Judith.

“Luego de una noche de copas en Las Vegas, Charlie, de mala gana, asiste a un partido de fútbol de Jake. Pero pronto Alan y Charlie descubren las ventajas de ir a estos partidos.”

Charlie recapacita sobre la forma en que trata a las mujeres cuando él, Alan y Jake se ven obligados a animar a Evelyn. A Charlie le sale el tiro por la culata con las lecciones.