Es casi una Rosquilla
Carrie acusa con soberbia al ISI de sabotear todas las investigaciones, pero encuentra que el caballeroso general Aasar Khan coopera lo suficiente para convencer por completo hasta a Quinn. Con la esperanza de vengar a Ayyan, Carrie trata de rastrear la medicina que él iba a darle a su tío talibán Haissam Haqqani a través de la enfermera y novia del villano, pero las pastillas le hacen perder la memoria y el autocontrol.