En los mojigatos años 50´s, Consuelo es una mujer que tiene la vida perfecta de un ama de casa de clase alta. Todo cambiará en el momento en que su marido la deje y deba entrar en un vibrante y prohibido negocio para mantener a su familia.

Tras padecer el rigor de ser una mujer dejada y sin cómo mantener a su hogar, Consuelo se ve enfrentada a vender su primer masajeador femenino personal, pero ¿Cómo vender un producto que no sabe cómo funciona?

Después de su prometedor inicio como vendedora, Consuelo se enfrenta a un nuevo problema ¿Cómo saber quiénes pueden comprarle y quiénes pueden delatarla? Todo esto mientras que su atracción por Fernando se incrementa de una manera muy especial

En medio del cumpleaños de Olga, en el que Consuelo se siente señalada por haber sido abandonada, una inesperada conexión entre Fernando y ella se convertirá en el detonante perfecto para entender por qué puede prosperar su negocio.

Nadie dijo que es fácil vender vibradores en 1955. Es por eso que Consuelo encuentra la manera de convertirse en una especialista en los negocios… y en sus placeres.

En medio del éxito del negocio gracias al voz a voz, Consuelo se mete en problemas al enfrentarse a una implacable enemiga dispuesta a descubrir a la vendedora de vibradores: Olga, su piadosa y antipática vecina.