Caníbal

Daigo Agawa es transferido a un nuevo puesto en la aldea remota de Kuge y se lleva a su familia desde la ciudad para empezar de nuevo. Daigo es un exdetective que posee un fuerte sentido de la justicia y no le teme a usar la violencia en caso de ser necesario. Su esposa, Yuki, es tenaz pero tolerante y gentil por naturaleza. Tienen la esperanza de que la mudanza ayude a recuperarse a su hija Mashiro, quien va a segundo grado y se aisló de todos tras un episodio traumático. La aldea es pacífica, y los aldeanos son amables, a pesar de la desaparición del último oficial del lugar. La primera investigación de Daigo lo llevó a la muerte de una anciana. Empiezan a suceder cosas extrañas cuando él descubre lo que parece ser una mordedura en el cuerpo.

Mientras Daigo y Yuki llevan a Mashiro a su nueva escuela, se encuentran con el cortejo fúnebre de Gin Goto. El cortejo está formado por todos los miembros de la familia Goto. En el pueblo de Kuge, los habitantes tienen la costumbre de cubrirse la cara con capuchas blancas cuando entierran a sus difuntos, y cuando Keisuke Goto, la nueva cabeza de familia, se da cuenta de que hay un intruso, hace que todos se quiten las capuchas. El intruso expuesto acusa a los Goto de asesinato. Nadie lo toma en serio, pero la siguiente acusación es aún más impactante.

Inconsciente, Daigo sueña con el incidente que llevó a Mashiro a perder la capacidad de hablar y con su llegada al pueblo de Kuge. Se despierta en una cama de hospital después de haber sido atacado durante su visita a la casa de los Goto. Keisuke Goto admite que un Goto agredió a Daigo y se disculpa. De vuelta a la estación de policía, el jefe le aconseja a Daigo que se meta con los Goto.

Los restos de Kano son encontrados en las montañas. Hay una confesión, pero aún queda más por descubrir. El jefe de la estación de policía le dice a Daigo que no se entrometa. Daigo y Yuki se debaten sobre si deben seguir en el pueblo por el bien de Mashiro. Pasan varios meses tranquilos en el pueblo. Pero ¿van a durar?

Un hombre enmascarado le revela a Daigo que, cuando era niño, un hombre alto y encapuchado se comió parte de su cara en el Festival de la Ofrenda. Cuenta cómo pudo escapar del pueblo con la ayuda de una mujer, pero parece que la tradición sobrevive hasta la actualidad. Con el Festival de Ofrendas de este año próximo, podría haber otra víctima. Daigo se muestra incrédulo ante el rostro carcomido del hombre. Daigo llega tarde a la práctica de tambor y es sometido a un minucioso interrogatorio por parte de los habitantes sobre el motivo exacto de su retraso. Pero cuando aparece el muy respetado hijo del sacerdote local, los habitantes cambian repentinamente de actitud. Después, Kanako, la hija de Sabu, hace una sorprendente confesión.

Daigo es amenazado por los habitantes después de provocar un alboroto. Entonces, justo cuando sale a cazar ciervos con Keisuke, Mashiro desaparece. Daigo se ensimisma cada vez más en su investigación. Visita a Nakamura, el forense, y se entera de que Kano llevó una vez a Gin Goto al hospital. Gin tenía síntomas muy parecidos a los de la enfermedad kuru, una enfermedad que se da en lugares donde se practica el canibalismo funerario.