Beckham: salva a nuestro equipo

David Beckham vuelve al este de Londres, donde comenzó su trayectoria futbolística. Al unirse a un equipo de base sub-14, el Westward Boys, tiene una tarea descomunal en sus manos. El Westward no ha ganado ningún partido en toda la temporada y la amenaza del descenso se cierne sobre él. Después de otra dura derrota, David sorprende a los chicos en el vestuario con una inspiradora charla de equipo después del partido. Los chicos están en las nubes al tener a una leyenda del fútbol en su equipo, pero David sabe que salvar la temporada no será nada fácil. En el campo de entrenamiento, David se pone a trabajar y da a los chicos una clase magistral de tiro libre. Se relaciona con uno de los chicos después de una experiencia de aislamiento, y justo cuando pensaba que las cosas no podían ir peor, una lesión de uno de sus jugadores estrella hace temblar a toda la plantilla.

Con uno de sus jugadores clave de baja por lesión, David pide al Westward que dé un paso adelante si quiere tener alguna posibilidad de sobrevivir al descenso. Con un gran partido en el horizonte, David pasa un rato a solas con algunos de los chicos. Ethan es el corazón de la defensa pero le falta concentración, Miles revela que pasar tiempo en el banquillo le ha dado una crisis de confianza y el delantero estrella Rio le dice a David que le cuesta manejar la presión. Queda claro que la mentalidad es un problema importante para el equipo y algo que David debe cambiar. Tras un dramático partido, David organiza una jornada en el club profesional local, el Leyton Orient, para ayudar a los chicos a entender la presión: una tanda de penales ante miles de personas. Para el delantero, Bryan, es una oportunidad de probarse a sí mismo, ya que este fue el club que lo dejó libre.

El Westward es un club familiar y David quiere que los chicos se den cuenta de ello. Deben unirse como una familia, ganen, pierdan o empaten. El Westward está en alza, pero David sabe que los próximos partidos son cruciales: unas cuantas derrotas y volverán a la zona de descenso. Así que llega el momento de poner a prueba su estado físico con la temida prueba del pitido. David se da cuenta de que Kuro está molesto y decide visitarlo en su casa para descubrir qué le preocupa. Descubre que lo que Kuro ha afrontado fuera del campo es mucho más duro que lo que está ocurriendo dentro. Después de un partido desgarrador, David decide que los chicos necesitan un estímulo y los envía a conocer a sus ídolos, como Harry Kane, Bukayo Saka y Jack Grealish, al campo de entrenamiento de Inglaterra. Es un momento que nunca olvidarán.

Los jugadores del Westward tuvieron unas semanas difíciles, pero no hay mejor lugar para inspirarlos que la casa del fútbol inglés, el estadio de Wembley. Es un lugar que guarda recuerdos muy especiales para David y, después de algunas sorpresas para los chicos, espera que pueda levantarles el ánimo de cara a los últimos partidos de la temporada. El Westward debe jugar con el corazón y utilizar todo lo que David les ha enseñado para sobrevivir en la primera división. Los partidos están llenos de dramatismo: ¿habrá logrado su misión y los habrá salvado del descenso? Tras una temporada de altibajos, David se despide del equipo, de los entrenadores y de las familias tras una emotiva ceremonia de entrega de premios final. Lo han llevado a un viaje inolvidable y formar parte de su club es una de las cosas más importantes que ha hecho en su carrera.