T1, E4: A primera hora de la mañana del 11 de septiembre de 2001, todo era normal en Nueva York. Era un hermoso día, y Derek Jeter y los Yankees estaban en medio de otra temporada dominante liderando la División Este de la Liga Americana por 13 partidos. Al llegar el mes de octubre, habría otra postemporada y una nueva oportunidad de ganar la Serie Mundial. Pero entonces todo cambió. Lo que sucedió aquel otoño tras los atentados terroristas del 11 de septiembre (para la ciudad de Nueva York y para los Yankees) nunca se olvidará. Jeter y los Yankees desempeñaron un papel fundamental en el proceso de recuperación de la ciudad para millones de aficionados, proporcionando al principio distracción y más tarde inspiración en la forma de jugar. Primero fue la serie de división contra los A's, con los Yankees abajo 2-0 y a un partido de la eliminación. Pero en el tercer partido, la emblemática jugada de Jeter para salvar un relevo fallido y evitar una carrera quedará grabada para siempre como la mejor jugada defensiva de su carrera, sobre todo porque preservó la ventaja en un partido de 1-0 y dio puntapié a la remontada de los Yankees en la serie. Luego, después de que los Yankees desmantelaran a un equipo de los Mariners que había ganado 116 partidos en la temporada regular, llegó una gran Serie Mundial contra los Diamondbacks de Arizona. Los Yankees perdían 2-0, pero las remontadas en la novena entrada de los Juegos cuatro y cinco, la primera de las cuales terminó con un jonrón de Jeter, que dio origen al apodo de "Señor Noviembre", le dieron a Nueva York otro título. Pero en Arizona, todo se desmoronó de forma sorprendente al final del séptimo partido y los Yankees perdieron en una serie de postemporada por primera vez en cinco años. La invencibilidad de los Bombers del Bronx había sido vulnerada. Aunque seguían siendo tan cautivantes como siempre de muchas maneras. Después de que George Steinbrenner criticara a Jeter por sus hábitos de vida nocturna, la queja se aplacó de forma divertida y apropiada: un anuncio de televisión. Y en 2003, los Yanks se embarcaron en otra inolvidable postemporada destacada por un enfrentamiento con los Red Sox, quienes estaban más hambrientos que nunca de derrotar a su archirrival. Pero la derrota de Boston en el séptimo partido en el Yankee Stadium, que culminó con una electrizante victoria en la prórroga para enviar a los Yankees a la Serie Mundial, solo logró consolidar la sensación de dominio que Nueva York tenía sobre Boston. Aunque los Yankees volvieron a perder en la Serie Mundial de 2003, a mediados de 2004, liderados por su campocorto, aún existía la sensación de que los Yankees dominaban a los Sox, y Derek Jeter seguía teniendo tanta hambre como siempre.
