T1, E4: Comenzaba una verdadera guerra entre los equipos británicos y la CSI, renombrada como la Fédération Internationale du Sport Automobile (FISA), quienes se encontraban desesperados por controlar la Fórmula 1 por completo. Por su parte, Bernie llevó a los equipos a Sudáfrica con su propio dinero para demostrarle al mundo que ellos eran los únicos que realmente podían organizar una carrera. La demostración funcionó, su influencia crecía y se vislumbraba más éxito en la pista.
