T2, E4: Momentos después de que Booth y Brennan descubren los restos esqueléticos de una joven, se hace evidente que no están tratando con cualquier caso de asesinato. Hodgins, Zack y Cam confirman esto en el laboratorio cuando descubren que la causa de la muerte apunta directamente a Howard Epps, un asesino en serie condenado que pasó años en el corredor de la muerte. El testimonio anterior de Brennan en su caso le dio a Epps una suspensión de la ejecución. Booth lo interroga, al parecer, en vano, pero después de encontrar una pista sobre la chica fallecida que los lleva a otro cuerpo joven -este de hace solo una semana atrás- se dan cuenta de que Epps les está obligando a jugar un juego mortal. A medida que aumenta el número de cadáveres, Brennan y su equipo se apresuran a descifrar las pistas crípticas de Epps en un esfuerzo desesperado por encontrar a su cómplice de sangre fría. El equipo es presionado aún más cuando se revela que la última víctima puede estar viva, con solo unas horas de vida. Mientras los preciosos segundos pasan, Brennan y su equipo deben probar sus límites y confrontar sus miedos para salvar a una joven de convertirse en víctima.