T1, E4: Como si el tiempo no existiera, las heridas del caso Priscila Belfort siguen abiertas y llenan el corazón de sus seres queridos de muchos interrogantes y sospechas. Dolores intensos, una computadora sin archivos y comportamientos extraños siguen, a día de hoy, alimentando un enorme “si” en esta historia. Y para dar un nuevo significado a este vacío, la familia Belfort transforma el duelo en lucha.
