T1, E2: Con la detención de una posible cómplice del crimen, se reaviva la esperanza de una solución al caso, pero pronto se extingue por una avalancha de nuevas denuncias anónimas. La supuesta implicación de líderes narcos deriva en importantes redadas policiales en comunidades locales dominadas por el Comando Rojo, donde Priscila podría estar, incluso por voluntad propia. Sin embargo, mientras todas las miradas se vuelven hacia las comunidades, el pasado de Priscila, clave para entender sus últimos días, es ignorado por la policía y distorsionado por los medios.
