Décadas después de huir de Armenia cuando era niño, Charlie regresa con la esperanza de reconectarse con sus raíces, pero en cambio encuentra un país oprimido bajo el régimen soviético. Tras ser encarcelado injustamente, pronto descubre que desde la ventana de su celda puede ver un departamento cercano. A medida que su vida se entrelaza con la del guardia de la prisión que vive allí, Charlie empieza a darse cuenta de que el espíritu de su tierra natal sigue vivo.