
Tras años de investigaciones por parte de las autoridades federales, 20 miembros de la familia Lucchese, la mayor organización mafiosa de los Estados Unidos, fueron llevados a juicio para responder por 76 delitos diferentes. El gobierno estadounidense estaba listo para derribar a los Lucchese, hasta que uno de los acusados decide hacer lo impensable: despedir a sus abogados y defenderse a sí mismo. Con una determinación implacable y un agudo sentido del humor, sorprende a todo el tribunal con un estilo de defensa poco convencional.