Un niño que lucha contra el cáncer le escribe cartas a Dios, tocando vidas en su comunidad y llevando esperanza a todos los que entran en contacto con él. Un cartero desprevenido, con una vida convulsa, siente compasión por la historia del niño y su familia al leer las cartas. Lo inspiran a buscar una vida mejor para él y su propio hijo que perdió debido a su adicción al alcohol.