La última incursión de Foray en el género del western es un inquietante análisis de los instintos más básicos del hombre, con una intensidad que aumenta hasta el nivel de tragedia de Shakespeare. La película comienza con el inocente Link (Gary Cooper) dejando a su familia para abordar un tren hacia Fort Worh. En el tren, viaja la cantante Billie Ellis (Julie London), a quien el estafador Sam Beasley (Arthur O'Connell) obliga a estafar a Link. Pero la estafa se frustra cuando el malvado Dock Tobin (Lee J. Cobb) y su pandilla roban el tren. Link lleva a Billie y a Beasley a la cabina de tobin, donde se descubre que Link es el sobrino de Tobin y exmiembro de la pandilla. Dock Tobin idea un plan para robar un banco, a lo que los marginados acceden, pero se rehúsan a dejar que Link se vuelva a unir al grupo. Pronto se sabrá por qué no lo quieren. Cuando Link vuelve a unirse a su antigua pandilla, su conducta tímida desaparece y sus instintos marginales salen a la luz.