
En la madrugada del 16 de noviembre de 1989, seis sacerdotes jesuitas y dos empleadas fueron asesinados en una universidad de El Salvador. La noticia tuvo repercusión internacional y el gobierno acusó a la guerrilla del crimen. Sin embargo, una empleada de la universidad fue testigo de los asesinatos y ahora tiene que decidir si contar la verdad o proteger a su familia.