El inicio de la cuarta temporada sigue las secuelas del bombardeo de la ciudad de Nueva York. Dos miembros de la UAC están heridos y el resto del equipo busca terroristas que puedan estar planeando un ataque más grande.
El CSI investiga la muerte de un joven arqueólogo que habría descubierto la respuesta a uno de los asesinatos más antiguos de Nueva York.
Encuentran a un forense asesinado, y un polvo blanco encontrado en la escena le da al CSI una importante pista para rastrear al asesino cuando descubren que es heroína hecha con cuerpos humanos.