El equipo de CSI descubre un exclusivo club de caza donde las presas son humanas.
Las torres son demolidas, pero para Stringer Bell el futuro del negocio no tiene que ver con el territorio, sino con el producto.
Omar hace una dramática reaparición. McNulty investiga la muerte de D'Angelo. Stringer Bell visita a Avon en prisión.
La presión sobre los jefes del departamento de policía continúa. Los problemas de Stringer se triplican: la policía escucha sus llamadas.
Stringer Bell se reúne con los traficantes de la ciudad para formar un poderoso cartel, pero Marlo decide no asistir.