La guerra entre Barksdale y Marlo continúa arrojando víctimas. El liderazgo de Bell es puesto en entredicho.
Las torres son demolidas, pero para Stringer Bell el futuro del negocio no tiene que ver con el territorio, sino con el producto.
Omar hace una dramática reaparición. McNulty investiga la muerte de D'Angelo. Stringer Bell visita a Avon en prisión.
Gracias a Colvin, el equipo del Tte. Daniels definirá su blanco, mientras el Alcalde y el comisionado Burrels hallan su propio objetivo.
La presión sobre los jefes del departamento de policía continúa. Los problemas de Stringer se triplican: la policía escucha sus llamadas.