Un vampiro centenario maldecido con una conciencia, Angel (David Boreanaz), ha dejado el pequeño pueblo californiano de Sunnydale y la única mujer a la que ha amado para establecerse en la ciudad de Los Ángeles. Entre la maldad omnipresente y las innumerables tentaciones que acechan bajo la brillante fachada de la ciudad, Los Ángeles resulta ser la dirección ideal para un vampiro caído que busca salvar unas cuantas almas perdidas –y a su vez, quizás redimir la suya propia–, devolviéndole la esperanza a aquellos que están encerrados en una batalla perdida con sus propios demonios.