Cristóbal Balenciaga

En París en 1937, luego de una exitosa carrera en España, Cristóbal Balenciaga y sus socios presentan su primera colección de alta costura parisina. Sin embargo, el comienzo es más difícil de lo esperado: las críticas son tibias y hay pocas comisiones. Cristóbal teme que el negocio falle, y más porque sus socios, Nicolas y Virgilia Bizkarrondo, han invertido todo lo que tenían en la compañía. También duda de su propio talento como diseñador y de su habilidad de estar a la altura de las casas de alta costura de París. Sabe que debe encontrar un estilo propio que defina su trabajo.

En París en 1940, Cristóbal y sus socios se enfrentan a una atmósfera hostil y peligrosa generada por la ocupación alemana en Francia. Frente a esta adversidad y la escacés de telas, muchas casas de alta costura decidieron cerrar. Sin embargo, Maison Balenciaga lleva a cabo una operación controversial gracias a la decisión de Cristóbal de llevar las telas españolas a París.

En París en 1940, Cristóbal y sus socios se enfrentan a una atmósfera hostil y peligrosa generada por la ocupación alemana en Francia. Frente a esta adversidad y la escacés de telas, muchas casas de alta costura decidieron cerrar. Sin embargo, Maison Balenciaga lleva a cabo una operación controversial gracias a la decisión de Cristóbal de llevar las telas españolas a París.

A pesar de las pérdidas recientes en su vida, el estilo de Cristóbal es refinado y alcanza su pico con trajes semi entallados y la nueva línea "midi". Sin embargo, las copias de mala calidad de sus diseños llevan a una pelea acalorada con su socio Nicolas Bizkarrondo. La tensión empeora cuando Cristóbal decide apoyar la carrera del jóven Hubert de Givenchy e ignorar las reglas de la Union de Alta Costura de París para poder tener el control total de sus diseños.

En 1960, a Maison Balenciaga le encargan diseñar el vestido de bodas de Fabiola de Mora y Aragón, la futura reina de Bélgica. Sin embargo, su privacidad se ve comprometida cuando se filtran los bosquejos del vestido y Coco Chanel habla de la homosexualidad de Balenciaga en una entrevista. Balenciaga culpa injustamente a Ramón Esparza, su colaborador fiel, lo que crea una crisis en su relación.

A fines de los años 60, Cristóbal llega a su pico máximo a nivel estilístico. Pero la alta costura comienza a sufrir debido a la competencia de prêt-à-porter y la disminución en la calidad de las telas, que afecta negativamente las ventas. Frente a la posibilidad de tener que cerrar su Maison, Cristóbal acepta la propuesta de Air France para diseñar los uniformes de las azafatas. Pero todo sale mal, y se da cuenta de que su obsesión con el control no tiene lugar en este nuevo mundo. En 1968, a la edad de setenta y tres, insiste en que no puede dejar que su creación continúe sin él, Cristóbal decide cerrar Maison Balenciaga.