En Grotesquerie, una serie de crímenes atroces desestabilizan una pequeña comunidad. La detective Lois Tryon siente que estos crímenes son inquietantemente personales, como si alguien (o algo) se burlara de ella. En casa, Lois se enfrenta a una tensa relación con su hija, a un marido hospitalizado a largo plazo y a sus propios demonios internos. Sin pistas y sin saber a quién recurrir, acepta la ayuda de la hermana Megan, monja y periodista del "Catholic Guardian". La hermana Megan, con su propio pasado difícil, ha visto lo peor de la humanidad, pero sigue creyendo en su capacidad para el bien. Lois, en cambio, teme que el mundo esté sucumbiendo al mal. A medida que Lois y la hermana Megan hilvanan pistas, se encuentran atrapadas en una red siniestra que parece plantear más preguntas que respuestas.