Hace cinco años, David y Annie se casaron y formaron una vida feliz en los Estados Unidos. Ahora, regresan a la aldea de Annie en Tailandia para traer a casa a su hermano y primo y darles la oportunidad de estudiar en Estados Unidos.

Tratar de convencer a los ancianos de la familia de Annie de que serán buenos tutores no va muy bien para David y Annie, por lo que David intenta ganárselos llevándolos a un viaje familiar y finalmente pagar su dote atrasado.

David y Annie deciden que es hora de llegar a la raíz de la desaprobación de la tía Lom. Luego, cuando Jordan se escapa en un momento crítico, a Annie le preocupa que ni siquiera quiera ir a Estados Unidos.

Con la bendición de todos, David, Annie, Amber y Jordan abandonan el pueblo y se dirigen a Bangkok para las entrevistas de visa de los niños. La familia se encuentra con otro obstáculo que nadie se esperaba.

Cuando el confinamiento ya no es tan estricto, David y Annie llevan a los niños a pescar para aliviar el encierro en la cabaña. Una vez que pueden programar las entrevistas para la visa, les preocupa que Jordan no esté tan preparado como Amber.

David y Annie temen darle la noticia a la familia sobre las entrevistas de visa fallidas de los niños. Surgen sospechas de que su mala suerte es obra de los malos espíritus que rodean a David, entonces buscan el consejo de un comunicador espiritual.